Dos carreras y planes de futuro

Después de la TMT50 me tomé una semana de descanso. No corrí ni un sólo día.

En unos días corrí la Cursa de la Vila Olímpica en 39:53 con buenas sensaciones y recuperando recuerdos de las carreras en ruta.
El día ocho corrí en el Valle de Echo la Carrera Boca del Infierno, una carrera que al coincidir con el campeonato regional tenía un alto nivel. Fueron 25km (+1800) de dejadez total. Apenas competí unos metros, el resto fué un dejarme llevar contínuo. Me notaba pesado y falto de motivación y sin ningún espíritu competitivo, sin capacidad de sufrimiento. En fin, que me dí un paseo por unos paisjes espectaculares y me quedo con eso y con el palizón de estar 3horas y media corriendo.

Y de nuevo volví a parar por una semana.
Y así ando, reflexionando hacia dónde ir los próximos meses. La adaptación a la montaña me está constando mucho, me gusta entrenar por montaña pero no soy nada competitivo. Tengo que darme mucho más tiempo hasta que realmente pueda disputar una carrera de montaña.
Los ultras "planos" me atraen mucho y es donde tal vez acabe dirigiendo mis pasos.
Correr maratones será sin duda una constante que no voy a dejar. Empuries seguramente volverá a ser un día clave.

Pero de momento, y para no fallar a mi costumbre ya he fijado un objetivo para lo que queda de año. Tal vez demasiado ambicioso, pero ya tengo ganas de que llegue este lunes para empezar a prepararlo con ilusión.
Contaré con el asesoramiento necesario en un proyecto que me tiene ilusionado.