43

No se trata de mi número de zapato (perdón, de zapatilla).
No se refiere a los lapsos que marca el crono en una maratón.
No es que me haya dado a la bebida con el famoso licor.
Tampoco son mis pulsaciones en reposo.
No es el puesto en el que quedé la última carrera.
Ni la distancia recorrida esta semana.
43 es un montón de años. Todos juntos, uno detrás de otro. Una barbaridad de años.
Hoy cumplo 43. Ya cumplo 43. Todavía cumplo 43. No sé cómo decirlo. La verdad es que con esto del running me encuentro mejor que nunca, más jóven y fuerte que nunca. Este año estoy contento por ello. Me siento como ese árbol centenario, cada vez más fuerte y más bello.

Para no variar he salido a correr, por la montaña, a disfrutar, a pensar, a tratar de rejuvenecer un poco más.
Lo importante de que pasen los años es lo que vas acumulando, y últimamente estoy acumulando mucho: vuestro cariño y amistad. Muchas gracias compañeros!!!

“Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud”.
Jean de La Bruyere